Relatos


EL PODER DE TU AMOR


Como cada día entre a saludarla, a darle un besito y recordarle cuanto la amo y la hecho de menos, empezó a contarme como hace siempre como paso el día, entre risas y bromas pasaron los minutos, y entre caricias, mimos, te quieros  y besitos, comencé a sentir un deseo inexplicable de amarla, de poseerla, de sentirla mía.
Sin dudarlo le hice saber cual eran mis deseos, aunque creo que no habría echo falta hacerlo pues siempre sabe lo que quiero y esta dispuesta a complacerme

Le tomé el rostro con ambas manos y sentí como mi piel la reclamaba a gritos, al mirarla vi el fuego en sus ojos encendidos, hasta que su boca se acerco a la mía y sus besos se fusionaron con los míos besándonos con desesperación y locura

Pase mis manos por su espalda apenas rozándola,  llegando a su cintura, metí mis manos por dentro de su camisa sintiendo como el frío de mis manos erizaban su piel, y escuchando un leve gemido de placer al contacto con su piel, acaricie una y mil veces su espalda sin dejar que mis labios se despegaran de los suyos, poco a poco la despoje de su camisa dejando sus pechos descubiertos, dispuestos a saciar mi deseo.

Alce mis manos las cuales tomaron uno de sus pechos, sentía como le faltaba  el aliento, jamás me había  visto así, le daba miedo, pero sin embargo le excitaba mas y mas, baje mi  boca hasta la hendidura de su cuello besándolo y frotando el mentón contra él mientras comenzaba a acariciar su excitado pezón, me miro atónita mientras entre jadeos y mi respiración agitada le susurre…
“QUE BONITA ERES”…….  “TE DESEO “

Deslice  los dedos bajo la curva pálida de uno de ellos e incline la cabeza sobre el, la mire nuevamente a los ojos y la apreté contra mi con desesperación, succionando mas y mas, se estabas volviendo loca de pasión, con cada tirantez, con cada pequeño mordisco se le iba la vida y mis ojos estaban centrados en los suyos, disfrutando de su total excitación.
Comencé a descender por su  cuello lamiéndolo, dejando un camino encendido con aquella humedad que desprendía de mi ardiente boca hasta que sintió que tantee nuevamente el contorno crispado de uno de sus pezones con mi encendida lengua, gimió  de placer, hasta que me posicione en el otro, comencé a apretarla con mis  manos, masajeando y respirando cada vez mas candentemente.

Seguí  jugando con los pezones, mordisqueándolos, succionándolos tirando de ellos entre mis dientes hasta sentir sus gemidos de placer y dolor al tirar de ellos, los humedecía con mi lengua, mientras sus manos se hundían en mi pelo agarrándolo con fuerza al sentir mi boca en sus pezones
Sentía como con cada una de mis caricias el deseo y el placer recorrían su cuerpo de la cabeza a los pies, sus jadeos sus gemidos me excitaban cada vez mas, recorría una y otra vez todo su cuerpo con mis manos apretándola mas a mi hasta hacerla sentir el volumen de mi excitación contra su muslo, la dureza que se tensaba bajo la tela de mi pantalón.
Sus manos descendieron hasta llegar al cordón que sujetaba mi pantalón, metió su mano por debajo de el y cogio mi empalmado y excitado miembro, los dos gemimos cuando por fin lo libero de su confinamiento y la carne endurecida salto de entre los pliegues de la tupida y ardiente tela.
Con un gemido la empuje hacia la pared que se encontraba a nuestras espaldas, lleve mis manos por encima de su cabeza sujetándola por su pelo y la aprisione contra la pared. la bese en la boca explorándola con la lengua mientras mi mano libre acariciaba la piel de su vientre y descendía mas y mas hasta que llegue a su entrepierna y la acaricie con locura, estaba preparada, lista para ser embestida, sin embargo  seguí martirizándola con mi dedo juguetón, rodeando su carne y tanteando su canal.
Metí una de mis piernas entre sus muslos obligándola  a separarlas.
Podía sentir el placer que le proporcionaba sentirse dominada por mi,
en ese momento mis dedos recorrieron nuevamente los labios hinchados de su entrepierna, mientras  contenía sus desesperados gemidos y jadeos con mis besos,


Susurro  “ te deseo “… invadida por un calor abrasador en el momento que me arrodillaba frente a ella para inhalar el perfume de su cuerpo –Espera, me dijo con desesperación, pero sus  palabras  no fueron necesarias, ya que mi boca  ya estaba sobre su entrepierna, sintiendo  la  humedad  de mi lengua  en la abertura de su  sexo
hundí mas la lengua en aquella abertura, jugueteando con la  parte sensible, sus jadeos y gemidos eran incontrolables y desesperados
me decía una y otra vez… no puedo mas diosss….

Pero  no la escuchaba, solo podía seguir con mi  húmeda lengua hacer el trabajo, mientras con una mano masajeaba sus pechos, Estaba completamente loca, ya no podía mas, se tenia al borde del abismo..
“te necesito “…. Alcance a entender entre jadeos, me levante del suelo y la  sujete la espalda con uno de mis  brazos para no hacerla daño, comencé a besarla nuevamente, mi aliento ardiente lleno su boca hasta que sintió la presión rígida de mi sexo, la dureza que se apretaba contra la cavidad vulnerable de su cuerpo.
Tome una de sus piernas y la comencé a levantar lentamente, para acercar nuestros cuerpos cada vez mas, entonces lo sentí…. Sentí   como su carne se resistió ante la amenaza de dolor y placer provocado por mi  cuerpo húmedo. La punta de mi miembro entro en ella lentamente y al sentir la contracción fuerte y ardiente,  la  urgencia que sentí por poseerla  pareció multiplicarse… mis  jadeos y gemidos llenaron sus oídos y nuestros cuerpos comenzaron aquel juego infinito de balanceos y excitaciones.
Empecé a envestirla con mas y mas fuerza, primero lentamente y luego cada vez mas y mas rápido, mis besos llenaban su boca y ella gemía enloquecida, aquello era lo mas parecido al placer mas exquisito que alguna vez había vivido. Pase la  lengua por su cuello hasta llegar al lóbulo de su oreja.
No paraba de moverme, empujando con fuerza haciendo que me sintiera dentro de ella, sin parar de recorrer con mi lengua cada poro de su piel, perfilando cada contorno de su cuerpo, sujetando con fuerza sus nalgas empujándola contra mi, sin dejar de penetrarla,

La fuerza con la que entraba y salía de ella hacia salir de su agitado aliento gemidos de placer, no podía detenerme, me enloquecía cada uno de sus movimientos, sentir el calor de su cuerpo, su piel sudada por nuestra pasión y los latidos de su corazón  palpitando con fuerza, no podía mas, sentía que llegaba a lo máximo,  sentía como por mis sexo arroyaba su néctar,  y mas me enloquecía,
En ese momento sentí como explotaba con fuerza dentro de ella toda la pasión desatada por su fuego,
La abrace con fuerza, nos fundimos en un beso, y no dejábamos de susurrar entre jadeos , “TE AMO” “ TE AMO”

Estar con ella, cada día es mágico, cada momento a su lado me enloquece y despierta en mi un mundo de sensaciones